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Azul oscuro casi negro

Azul oscuro casi negro

LA ORILLA: ¡TONTERIAS! (MAYO)

Ya va a empezar el verano y con ello la operación bikini… ¡chorradas de la edad! (supongo).

A mi nada de eso me preocupa porque lo importante en una persona no es su aspecto físico si no su interior, su manera de ser. Yo me llamo Josefina y soy una chica simpática, alegre y divertida aunque también cabezota, orgullosa y desordenada. Tengo 16 años, me gusta un chico que se llama Luis, con el que juego al baloncesto y últimamente estamos muy unidos… Hablamos mucho y eso me gusta. Creo que le importo… ¡seguro que se me declara!

El hecho de haberme planteado la estupidez de la operación bikini demuestra que todo lo que digo no lo pienso de verdad… Así comencé yo con esta gran enfermedad…

Así comencé a adentrar en el mar negro de la anorexia.

MOJANDOME LOS PIES Y COMENZANDOME A HUNDIR EN LA ARENA (EMPIEZA JUNIO):

Una de mis mejores amigas, Claudia, me ha pedido que si puedo ir a hacer deporte con ella… Está un poco rellenita y eso no le gusta porque dice que así nadie la va a querer ni nada… A lo mejor tiene razón, así que irme con ella no me va a hacer ningún mal. De esta forma me quito esa barriga que tengo desde que soy enana…aunque también debería no comer tanta bollería, chocolate, el pan (que engorda mucho) y eso que me encanta pero… voy a tener que hacer un sacrificio para estar guapa, ¡si no Luis se irá con otra!

Ó sea, ¿cómo podía imaginarme yo en ese momento que Luis se me iba a declarar igualmente? Pues sí chicas, él me quería tal y como era, pero perdí la oportunidad, ¿sabéis porqué? Porque me tomaba “tan en serio” las clases de baloncesto para conseguir quemar calorías que luego estaba tan agotada y sudada que me iba corriendo para meterme en el coche de mi madre y así irme a casa, ducharme y pesarme TODOS LOS DÍAS…

No quise evitarlo, y dejé que el mar me hiciese “cosquillas” en los pies, mientras cada ola que iba y venía me hundía cada vez más y más, lentamente. Pude salir del agua, pero no quise. Los escalofríos que notaba en mi interior eran demasiado agradables como para salirme ahora que sólo había empezado a meterme…

ABRIENDO LA PUERTA HACIA EL FONDO DEL MAR ( FINAL DE JUNIO) :

Oigo la voz de mi madre. Me grita si quiero bajar a merendar…me muero de hambre así que le diré que me haga una macedonia pero sin plátano que he leído en muchos foros de “dieta sana” de internet que engordan mucho, y con el tipazo que se me está quedando no lo voy a echar todo ahora por la borda.

¡Qué pesada! ¡Qué no, no prefiero esas napolitanas tan ricas y suculentas ni un bocadillo de chorizo! ¡Qué mujer! Lleva así todos los días, que me ve ojeras, que si quiere que vayamos al médico blablablablablabla. Yo me noto perfectamente, además últimamente saco todo sobresaliente y eso es un poco raro en mí pero será que me estoy volviendo inteligente.

Escucho la puerta de la calle. Mi madre ha desistido y se va a sacar al perro. Ya no tengo ni macedonia, ni napolitana ni nada de nada. Bueno mucho mejor porque cuanto menos coma, menos engordo. Uy “ahora que lo pienso” voy a pesarme y apuntarlo en mi tablita semanal, así me despejo de estudiar.

A pesar de que el sonido de las olas contra las rocas me advertía de la situación hice de oídos sordos. Dejé que el agua chocase contra mi cuerpo y puse todas mis fuerzas para hacerle frente a pesar de que sabía que me podía caer y no levantar pero daba igual: Forcejeé con la inminente tempestad durante mucho tiempo y lo único que conseguí es que ella ganase terreno. En ese momento creía que podría salir cuando quisiese pero como ya he dicho antes, ella me empezó a ganar terreno poco a poco hasta que me cansé y quise acabar el juego de la peor manera: rindiéndome.

TENSIÓN (JULIO):

Una mentira. Y otra. Y otra. Si el cuento de Pinocho fuera real, yo habría batido el record guiness por tener la nariz más larga de todo el mundo.

Los viernes salgo con mis amigas a darme una vuelta. Ellas hablan, no callan. Yo las miro y simplemente asiento con la cabeza y sonrío para que parezca que estoy escuchando. Pero no es verdad. Todos mis sentidos están a años luz de sus conversaciones. Y mientras que ellas lloran de la risa por lo bien que se lo están pasando, mi “grandiosa” mente está maquinando la frase que dirá nada más llegar a mi casa. ¿Qué sería esta vez? La semana pasada dije que había cenado en casa de Alejandra así que esta vez diré que me he empachado en el burguer King de patatas. Una parte es cierta ya que todas mis amigas hicieron merienda-cena allí excepto yo. Me vino al pelo la verdad, porque puse cara inofensiva y pregunté a mis amigas si me regalaban el juguete que regalaban. Ha colado. Ya tengo la coartada perfecta para mis padres. 

Lágrimas inevitables caen de mis ojos para mezclarse con el mar más profundo de todos los existentes y así confundirse con ese océano que se está llevando consigo mis sentimientos, mis sueños y mis ganas de vivir.

AZUL OSCURO CASI NEGRO (AGOSTO):

No como. No bebo. ¿Debería ser feliz? Estoy adelgazando (estoy raquítica), me sé de memoria todas las calorías de las comidas que hay en el mundo y…y… ¿Cómo era esa acción?...Ah sí, SONREÍR, hace mucho que no la puedo practicar. Ni esa, ni ninguna otra que tenga que ver con la felicidad. No rio, no hablo… ¿Hace cuánto no digo te quiero, mama o papa? Lo único que hago es llorar, mirarme al espejo, llorar, sentarme delante del plato para contemplarlo, llorar, agotarme al subir cuatro escaleras o al dar diez pasos, llorar y por último dormir…No, espera. Después de dormir hacía algo más... ¿Qué era? Es verdad, ya me acuerdo: LLORAR VIENDO EL AMANECER.

¿Qué me pasó? Intenté nadar contracorriente (a pesar de haber abandonado ya el juego) ya que el mar me empezaba a arrastrar hasta su hondo pozo pero… definitivamente desistí puesto que era mucho más fácil esperar a que viniese alguien a por mí. Lo que yo no había pensado era que las personas que yo pensaba que me salvarían no tienen la carrera de socorristas o buceadores: si no la de padres, es decir, tienen la de dar todo el amor que un ser humano puede tener. Nunca terminaré de agradecerle a mi familia todo lo que lucharon por mí, pero ellos no sabían ni nadar, ni contener la respiración debajo del agua para sumergirse así en la tormenta en la cual estaba encerrada ni nada de nada.

¡Auxilio. Socorro. Estoy hundida en este mar de olas de color azul…azul oscuro casi negro!…

Pero espera, ¿qué es eso? Creo ver aparecer una luz…un punto cada vez más brillante: un punto de esperanza.

MAR SERENO (TRES MESES DESPUÉS):

He vuelto a nacer. Gracias a la ayuda tanto hospitalaria como a la de mi familia y amigos he empezado a salir de este infierno. Daria saltos de alegría pero me han dicho que no me agite mucho :D

Al final del verano me desmayé. Fue un susto horrible (sobre todo para los que se quedaron despiertos) asi que como mis padres realmente no me podían ayudar más, decidieron hospitalizarme en un centro de trastornos de la alimentación. Creo que ha sido una de las decisiones más difíciles de su vida pero a la larga ha sido la que más me ha ayudado.

Chic@s que estén pasando por lo mismo que yo, me gustaría daros un par de consejillos… allá voy:

Si ves que puedes caer en esta enfermedad: ¡¡¡GRITA, PIDE AYUDA!!!

Ella se acerca sin avisar, sigilosamente. Hay voces externas que te lo avisan pero (al menos en mi caso) solemos pasar de ellas…

Por lo que más quieras hazme caso y escucha a las personas que te quieren…

Y si por desgracia ya estas dentro:

¡¡¡LUCHA!!! No es fácil, te lo aseguro pero con empeño se logra. Durante el camino te caerás muchas veces, pero no por eso te vas a quedar en el suelo así que levántate y sigue. Intenta no pensar en cosas raras, no os engañéis a vosotros mismos porque nuestra cabeza nos suele ayudar más bien poco. Y cada vez que estés con malos pensamientos acuérdate de lo bien que te lo pasabas con tus amig@s cuando salíais; acuérdate de ese primer beso, de esa sensación inexplicable que no podrás volver a tener si no te ayudas a ti misma; piensa en todo lo que tus padres te quieren, lo eres todo para ellos, sin ti no son nada y créeme cuando te digo que cuando estamos muchas veces que parecemos esqueletos andantes ellos te van a seguir queriendo igual pero van a sufrir; y por último y no por eso menos importante: PIENSA EN TI. TÚ vales mucho. Quiérete y déjate querer. El aspecto no es para nada importante a la hora de decir lo buena que es una persona…Si no, fíjate en Susan Boyle (ganadora del Factor X americano), Gerard de Pardieu, Homer Simpson, Jhon Travolta…

Dicen, que el mar es dulce y hermoso, pero a veces puede ser cruel. Gracias al cielo el mío se calmó. Todavía tiene olas, pero pasan de largo. He conseguido salir de él pero todavía me queda un largo viaje hasta llegar fuera de la playa. Como hacía tiempo que no pisaba tierra firme he pedido ayuda y esta vez mis padres sí que han podido venirse conmigo. En ningún momento se quisieron separar de mi pero el agua fue demasiado fuerte y no pudieron con ella…pero bueno da igual porque lo pasado pasado está por lo que voy a mirar siempre al frente, con la cabeza bien alta y si me caigo ciento diez y nueve veces me levantaré ciento veinte, así hasta que consiga llegar hasta el final de la arena para encontrarme con lo que más he anhelado durante toda esta odisea: MI VIDA.

 

PD: Ver el enlace que he pueto si quereis... Es una canción de Edurne que es muy positiva y a mi me anima mucho.

1 comentario

ROSA -

Yo estuve contigo en el ingreso Julia, y realmente es duro pero te devuelve a la vida. En estos momentos casi me estoy ahogando de nuevo, pero por suerte he pedido ayuda de nuevo a profesionales para no dejarme llevar hacia por la corriente y poder respirar y tocar la vida de nuevo.
Se que el camino no será fácil, pero voy a luchar, tengo que lograrlo, tengo que salir!!!
Por mi experiencia os digo, que tenéis que estar alerta cada instante, que no os despistéis porque poco a poco y casi sin darte cuenta esas olas de las que hablas Julia, te envuelven y atrapan y de nuevo se nubla todo.
Mucho ánimo para todos y pensemos que con ayuda y nuestro tesón LO CONSEGUIREMOS!!!